Solita y sola
SOLITA Y SOLA
Déjenla sola,
solita y sola,
que la quiero ver bailar
correr y saltar
andar por los aires
con mucho donaire…
Canción infantil
Solita tiene cuatro años. Le gusta jugar sola. Papá trabaja todo el día, vuelve cansado, la toma en brazos, le pregunta cómo le ha ido. Luego se baña, come algo y se va a dormir. Mamá da vueltas todo el día, parece que se aburre. Vende ropa en casa, por eso viene mucha gente. Hoy vino un hombre que a Solita no le gustó.
Hablaba al oído de mamá y mamá se reía y le brillaban los ojos.
Cuando el hombre se fue, mamá miró con rabia a Solita. A veces sucede, la mira con enojo y después parece que se le pasa y la aprieta fuerte contra su pecho.
El hombre vuelve varias veces, nunca compra nada pero mamá se pone contenta cuando lo ve.
Hoy mamá amaneció rara. Vistió a Solita y le dijo “Vamos a dar una vuelta”.
Solita está contenta, mamá nunca la lleva a pasear.
Fueron a un lugar feo, el hombre las esperaba. Las desvistió a ambas y luego le hizo cosas a mamá. Solita tiene frío. “¿Papá, dónde estás?” Pero la voz no le sale de tan asustada que está. El hombre se da vuelta, deja a un lado a mamá y empieza a tocarla. Mamá se ríe.
Solita no recuerda más nada. Se despertó a la noche en casa, llorando y gritando. Papá se acerca a su cama y dice “Soledad está mal, vuela de fiebre, la voy a llevar urgente al hospital”.
Solita no sabe qué dijo el médico a papá, pero así como está, la envuelve en una manta y la lleva a casa de tía Lucinda. Le dice: “Te entrego a mi niña, cuídamela”.
Después, papá se derrumba en una silla como un chiquillo y llora, llora sin poder parar. Tía Lucinda responde: “Quedate tranquilo” Y le prepara un té. Papá besa por última vez a la niña y luego se va.
Solita no vuelve a verlo jamás.
Tía Lucinda la baña, la abriga, le da un tazón de leche caliente con miel y la acuesta con su prima Roberta, que ya cumplió los siete años. Le cuenta una historia de una princesa que durmió durante muchos años y luego la despertó el beso de un príncipe. Solita se duerme, esta vez sin pesadillas ni gritos. Le sedujo ese cuento.
Solita cumple doce años. No sabe dónde está su mamá pero cada domingo va al cementerio con tía Lucinda, a dejar flores en la tumba de papá. Solita siente sensaciones raras, como si el cuerpo le pidiera algo y no entiende qué puede ser. Se lo dijo a Roberta y su prima empezó a explicarle cosas y a acariciarla en sus partes íntimas. Solita se siente como en una nube, Roberta lo hace con mucha dulzura, no como ese hombre que ella parece haber olvidado pero no, nunca pudo borrarlo. Solita y Roberta se besan, se acarician, descubren el amor con el placer que solamente se logra dejando fluir naturalmente lo más íntimo y natural.
Solita ya tiene veinte años. Acaba de cerrar los ojos de su mamá, internada durante tantos años en el Hospicio. Cuando le avisaron, fue de inmediato. No se reconocieron, se miraron como las dos extrañas que siempre fueron.
Los enfermeros se encargan de preparar el cuerpo. Roberta se ocupa de los trámites.
Solita mira por la ventana y nota que ha parado de llover.
Puede ser que mañana sea un día de sol, piensa.
Y encamina sus pasos hacia la salida.
Queridos amigos: pese a la mudanza, he dejado entradas programadas para quien quiera seguir acudiendo a este Memorial. Yo, como siempre, les devolveré las visitas en cuanto encuentre un lugarcito o una PC disponible hasta que me reencuentre con la mía.
Abrazos para todos....
Catalina
Y recuerden visitar:
De allí podrán bajar nuestra revista.
Comentarios
Besos
Que te mudes bien
Es una narración excelente, una historia muy bien escrita, pero también una realidad de muchas niñas invisibles.
Un besote Catalina
Gizz
Soledad Solita... será una mujer maravillosa... alguien quien avanzó en el camino cuando tan sólo había nada...
un beso y un abrazo...gigante
Besos y feliz domingo
Mi respeto
Por desgracia... hay muchas Solitas por el mundo. Y peor aún. Algunas no tienen Lucindas o Rebertas para acunarlas.
Un beso.
Soledad.
Estupendo relato, historias cotidianas con momentos excepcionales.
Un abrazo.
Besos y rosas.Cuídate.
Querida Cata, es bueno leerte otra ves, así de a poco tu vida retomara un nuevo camino, siempre unido al fin del encuentro, cuando Dios lo decida mientras tienes mucho que dar a los tuyos y a todos nosotros.
Besos
Marisel
Solita no estás solita, hay muchos que te pueden amar y ayudar y entre sesos esta nuestro gran Dios.
Triste relato, pero muy verdadero y actual, a veces nuestros actos nos llevan al fracaso, a la muerte y hasta la locura.
Saludos
Bello post, cargado de tristeza, pero a la vez cargado de realidad, porque he pensado ¿cuánta solitas no hay por la calle?
Besos mi niña.
Saben que los tengo en mi corazón y que en la medida de lo posible les estaré visitando, como siempre.
Catalina
Un fuerte abrazo.
cuántas Solitas sufren en silencio un pasado semejante...
por fortuna, y aunque estos recuerdos no se borren jamás, la autoestima y el amor pueden ser recuperables
un beso, Catalina
Me gustó la forma como la narraste. Un placer leerte.
El resto de su vida.
Un (b)eso
El tiempo te traerá de vuelta como si fuese una suave aire.
Saludos conversos.
Paso a saludarte, muy triste la historia de Solita, hay una gran leccion por aprender en ella, hay tantas Solitas y muchas sin consuelo!
Recibe un fuerte abrazo!
Dinora
Saludos
Vengo nuevamente a tu casita para decirte que en la mía tienes unos regalitos, para que pases a recogerlos.
Besitos y buen finde.
la cancion la difrute mucho en mi niñez,,,
solita triste, pero siempre vuelve amanecer,,,
abrazos,,,
Un beso muy fuerte
sea a dónde sea que vayas, ya te conocí y por lo tantono te olvidaré, y estaré a tu regreso esperándote.
Qué tremenda historia, me estremeció.
Cúidate querida
besos
Mucho dolor y mucha tristeza en tus letras ,palabras
en tu alma.
Deseo estés bien y pronto.Que la fuerza interna
gane y logres todo lo que aspiras.
Desde Mar del Plata.Mi abrazo Liliana
Leo lo de tu traslado y quiero desearte lo mejor en tu nueva andadura. Vuelves por lo que veo a tu tierra, espero que eso te ayude a calmar tu dolor y recuperarte de nuevo.
Un fuerte abrazo