Entradas

Mostrando entradas de 2007

Cuando estoy sola...

Imagen
Cuando estoy sola me abrigo con mi capa de nostalgia para que nadie sepa de mis cavilaciones y delirios. Cuando estoy sola te pre-siento aunque nadie se asome al costado doliente de mi orilla. Cuando estoy sola desde un remoto fuego surgen chispas que iluminan retazos de memoria entonces me someto a la dulce embriaguez de recordarte y aunque el silencio invade mis rincones un arrullo de pájaros me acuna. Catalina Zentner

Sólo el silencio...

Imagen

Peces frotando arena de la playa...

Imagen

Soy

Imagen

Hilvanes

Imagen
Una tarde de sábado al comenzar el otoño puede ser el comienzo del torzal de una red como las de cazar mariposas, ideal para que los pensamientos burlen a quien intenta guardarlos y se disparen, hilvanando presagios, recuerdos, sensaciones. Hilvanes sueltos de la memoria, recurrentes promesas incumplidas, juramentos que caen como hojas secas desprendidas del tallo que las sustentó para alimentar verdores y dispersar fragancias. Aromas de hierbabuena, romero, albahaca, eucalipto, pasiflora, verbena, hierbas que sanan el cuerpo y refrescan el espíritu, antitóxicos naturales que, no obstante, no alcanzan la curación absoluta de las heridas formuladas por el olvido y la apostasía. Y el mundo sigue dando vueltas sobre su eje. Y cada quien lo hace como y cuando puede, girando en torno a su egolatría, permeable a la adulación, tan atractiva como imprevisible. Pero no nos importa, ¡es tan seductora! Tarde de sábado, viento que trae consigo el polvo de ayeres resplandecientes, un café que se e

Las cuatro estaciones [Haikus de Any, Catalina, Martha, Javier]

Imagen
Primavera Danos tus perlas naciente primavera pétalos al sol. Any Carmona Otoño Busco en otoño rastros de viejos sueños cuando amanece Catalina Zentner Verano Costas floridas en tardes de verano rumor del agua Martha Ferrari Invierno Gris su camino taciturno invierno pasa y se va Martha Ferrari Primavera Vuelven las aves El hielo se disuelve Brotan las flores Verano El fuego aplasta La langosta devora La hormiga guarda Otoño Ocre en las hojas Aceras alfombradas La lluvia llora Invierno Un manto albino Hielo por los tejados Yertas las viñas Francisco Javier Lorenzo Vázquez

Decirte...

Que hoy es un día igual y diferente, una jornada desprovista de magia y abundante en silencios. Hay nubes oscuras en nuestro cielo, cerrazón que no nos deja ver más allá de nosotros, paredes que cierran un ayer al que no podemos ni queremos volver. Una estrella cayó muy cerca de nosotros. Pero no nos arriesgamos a pedir el deseo mencionado en una leyenda en la que hemos dejado de creer. Túrbame, amor, con el afán de tu memoria, háblame de un mañana que se nos escapa, duerme a mi lado y deja que te acune en el universo de mi abrazo, en el umbral del impredecible mundo donde te sueño que me sueñas y soñamos que existen todavía algunos sueños pendientes de soñar. Hoy tu mirada se pierde en el vacío. Aunque esté fija en el televisor, esperando que España marque el gol de la victoria a Dinamarca. En el estadio donde yo juego a solas con un Destino burlón y malicioso no me doy por vencida. Mientras me quede resto, seguiré en la dura contienda. No lo dudes, mi amor, y ahora descansa. Yo vel

Lucy en un cielo de diamantes

Imagen
Imaginate en una barca en un río con mandarinos y cielos de mermelada. Alguien te llama, respondes despacio, una chica con ojos de caleidoscopio. Flores de celofán amarillo y verde, amontonándose sobre tu cabeza. Buscas a la chica con el sol en los ojos y se ha ido. John Lennon Ella sonreía, cantaba, soñaba. Se había fabricado un mundo donde se concentraban colores y melodías que nadie más escuchaba. Un lugar secreto al que acudía, desprendida de aquello que le servía de disfraz cotidiano. No fue extraño, pues, que Lucy encontrara natural hacer el amor con dos hombres al mismo tiempo. Lo que para muchas era “ese oscuro objeto del deseo”, para ella consistía un juego que la conducía a parajes atractivos, donde podía retozar en libertad, sin retaceos. Lucy, en un cielo de diamantes, era amada y amaba. La felicidad era un pedacito de luna robada a alguna noche impredecible, y así fue como se multiplicaron los diamantes y el firmamento se volcó en pura luz sobre sus cabezas. Tomados d

Mírame

Imagen

Nosotros [Myrtha Milella, Catalina Zentner]

Me pondré mi mejor vestido sujetaré mis cabellos con jazmines caminaré con mis tacos altos aferrándome a tus manos para no perderte abrazándote hasta el delirio de hacerte doler entre mis brazos Buscaré un túnel sigiloso oscuro y largo que nos lleve donde las sombras nos hagan temblar de amor Agazapados en sus vertientes húmedos de éxtasis comulgaremos nuestras carnes hasta hacerlas gemido myrtha milella (Argentina) Derechos Reservados Habrá un rescoldo que nos abrigue la esperanza para ser/nos el uno en dos vibrando en cada entrega que no muera el silencio de túneles abiertos al deseo ni se drenen vertientes donde la sed se apague en el delirio nosotros exploradores de un mundo de presagios plantaremos banderas libertarias haciendo un alto en la rueda del destino. Catalina Zentner (Israel) Derechos Reservados

Simplemente vivir [Cristina Cantarelli]

Imagen
Si uno pudiera vivir haciendo balance, sacando de sí lo negro, lo oscuro, lo gris... Si uno viviera en eterno presente y el pasado fuera algo lejano y ajeno... Si uno pudiera vivir Hoy, como si Ayer no hubiera existido. Si uno guardara el amor sin la daga del odio ni la cruz del olvido; estaría libre de sí mismo y de alguna opaca fuerza, mal llamada Destino. Vivir sin pulso alterado aún corriendo riesgos; vivir sin negar ni temer la ominosa vecindad del seductor laberinto que ciega y atrapa... Simplemente vivir, de éso se trata... Cristina Cantarelli (Argentina) 27/5/2007 Y si uno pudiera contener los momentos espaciar las angustias aventar malos sueños conservar el milagro de saber que es posible mirar en un espejo para reconocernos en rincones del alma en afán compartido en la dulce ternura de sabernos... ¡¡¡amigas!!! A vuela pluma, al leerte Catalina Zentner (Israel)

De niñas y lámparas [Julia, Thelma, Catalina]

La niña de la lámpara azul se ha alojado en su capullo de seda. Busca en él a su príncipe de fiesta. Al no encontrarlo, se refugia en el espejo donde pronto ve a un pajarito que vuela. La niña de la lámpara verde alumbra campos de verdes naranjos. Su amigo el duende Zimpa le da esa vieja canastilla donde guardada lleva la frágil paz. Julia del Prado (Perú) Derechos Reservados La niña de la lámpara roja busca en el lago los lirios blancos, al no hallarlos se encarama sobre una rama adonde soñador languidece un sapo, y con una canción de cuna evoca la blanca luz de la estrella. Thelma Sandler (México) Derechos Reservados La niña de la lámpara violeta dibuja un par de alondras en las nubes y enciende tornasoles en los muros para saciar su sed de aventurera. Catalina Zentner (Israel) Derechos Reservados Las niñas de colores danzan, como mariposas ávidas de miel, como libélulas cruzando mundos aletargados entre infinitas alas y con su sonrisa solo arrancan destellos a la oscuridad Thelma Sa

Lilith

Imagen
Sobre los escombros de una vieja pasión, Lilith plantó su nueva tienda. Presentía que, esta vez, el viento del desierto no iba a arrasar su frágil estructura. Catalina Zentner Derechos Reservados

Déjame que te invite...

Imagen
Déjame que te invite a transitar ribetes de la aurora a consentir magnolias asomadas entre el cemento de las desolaciones. Déjame descubrirte continentes mancebos donde la lógica riñe con lo fantástico donde los elfos develan el misterio de lo recóndito que habita entre peñascos. Déjame andar contigo adonde nada ni nadie nos alcance hasta el refugio de loca mansendumbre donde el albur nos redima la inclemencia. Catalina Zentner Derechos Reservados'

Llueve sobre el río

Imagen
Composición realizada por Verónica Curutchet

renaceré [Catalina Zentner, Beatríz Martinelli. Rebeca Montañez]

Imagen
renaceré en murmullos de templada armonía saltando desde mi columpio de tristezas habrá un solar que aloje una magnolia y cirios encendidos en portales en regiones labradas por ausencias se apagarán los ecos del naufragio un aluvión de pájaros dementes abrevarán en un cuenco de ternura Catalina Zentner (Israel) renaceré y "no seré millones" porque me faltarán las fuerzas la valentía el coraje pero es posible renazca en la pequeña flor de manzanilla en una silvestre color cielo en los montes de Córdoba o seré piedra cantarina de un rió que baja impetuoso es posible renazca Beatríz Martinelli (Argentina) Y renacerás como fénix intacto cual ave de luz triunfante en la pira acunarás la vida. Rebeca Montañez (Méjico)

Sé que no he de volver (Catalina Zentner, Rebeca Montañez, Verónica Curutchet, Migdalia Mansilla]

Imagen
Se que no he de volver. Allá quedó una historia escrita a medias y un panal sepultado en la espesura. El chogüi denunciando atardeceres el árbol de la esquina los murales las vecinas al fresco de la tarde. Las paredes custodios de secretos un pan enmohecido tras la puerta abuelita decía que a la suerte un puñado de sal y pan llamaba. El río solidario entre cantones explanada de luz jacarandáes lapachos y chivatos arboledas dos racimos de estrellas sobre el puente. Un rasguido lejano de guitarras chamanes invisibles en el monte el pombero acechando a las muchachas el arenal ardiendo en cada siesta. Y la desolación casi tangible cuando el vértigo se dobla entre mis cejas. Catalina Zentner (Israel) ¿Cómo habría de volver, quien no se ha ido? Si la raíz, la sangre en común, se prolonga hasta los huesos, cuando quedó suspendida en el aire la memoria, los gozos de la tarde, el discreto arrullo de los cantos nocurnos, la claridad beatífica del día ... a risas vertidas entre amigos, cuando los

Noche [Verónica Curutchet]

Imagen
A Catalina Zentner, con quien comparto la vida en la distancia CUANDO LA NOCHE AVANZA TE ABRAZAS A LA LUNA te desvaneces en el aire, en el silencio, en su brillo eterno entre luces y sombras reposa tu nostalgia y yo te miro desde lejos, desde mi lugar en el mundo... Las melodías añejas siguen escuchándose las olas del mar abrazan y besan tus recuerdos las ausencias ya no son ausencias son presencias no sangran tus entrañas, reposan en el latido de tu alma. Tu noche es compartida bañada de amores portal de estrellas al pasado. Verónica Curutchet Derechos Reservados

Él quiere...[Catalina Zentner]

Quiere escribir sus versos un poco a la deriva, sin ramales oscuros ni marcas de tristeza. Sus sueños simples son, su escritura también. Creen de las cigarras el canto necesario y alguna vez describe su encuentro con sirenas, cierta tarde de marzo en una ignota playa. Él camina. Sus pasos lo llevan dondequiera y le duele volver. Hoy su visión enfoca una calle arbolada cruzada por carretas cargadas de hortalizas. Tropieza con un niño que juega a la rayuela. Y luego, en la lumbrera, ve a una muchacha tímida aireando al sol las sábanas que arroparon sus ansias. Él sabe que no es sueño, que son seres auténticos, sedimentos de un todo, fragmentos de utopías. Que es posible el camino lado a lado, sin prisas, ni ídolos de barro ni dioses antagónicos. Quiere narrar un cuento dando vuelta la historia pero no sabe cómo ¿Dónde están las palabras que ha perdido el poeta? ¿Dónde se esconde el verde y los pájaros de Trejo? Yace su mano inmóvil como sobre una tumba y cierra su cuaderno, tal vez has

Dedicado a la mujer [Gustavo Tisocco]

Nocturna/diurna destilas oasis en la sed. Te desarmas en racimos purificando brotes. Un útero te ennoblece. Emanas desde tus senos el néctar del futuro. Mujer del ancho cielo despliega tus brazos para que seamos tierra. Gustavo Tisocco Derechos Reservados

Postal [Catalina Zentner]

Imagen
Ni cántaros de luz ni serpentinas envolventes sacuden el viento del hastío. Todo en derredor conjura el más perturbador de los silencios. Con su paso cansino adivina un norte inalcanzable. A su espalda, el sur palpita trémulos sonidos, como si un arpa llorase signos inaudibles. La luna se echa de bruces sobre el río. Un suicidio de alas, un torrente de bruma, libélulas yacentes. En tanto, un corazón se pierde muy lentamente en la distancia Catalina Zentner Marzo/2007

Como cuenta gotas [Elisabet Cincotta]

Imagen
como cuenta gotas filtra sentimientos para ocultar aquellos que le duelen. En su mano la gubia levanta la corteza, en tímido aserrín desgaja ilusiones. Una pieza moldeada a su manera forma la coraza de sus días, mas adentro de sí misma hay retoños que lloran cada partida. Elisabet Cincotta

Hay una mujer [Elisabet Cincotta]

Hay una mujer que transita melancolía, una mirada clara y apenas una sonrisa. Hay una mujer que me abraza y parte. Me lleno de lágrimas, ella gira su rostro no quiere que su emoción empañe la despedida. Esta mujer frágil por dentro, fuerte coraza, parte de mis manos, permanece a pesar de la distancia. Ella sabe que no hay olvido, que existen lazos, que somos hermanas. Bebo mi café en la taza signada con mi nombre, recorro cada instante, como en un ritual, para capturarla. (y hoy en Buenos Aires llueve... no le creas, son lágrimas) Elisabet Cincotta Un día de verano, en Buenos Aires Febrero de 2007

Ella quiso ser sombra [Catalina Zentner]

Imagen
Quiso volverse sombra abrazada a silencios implacables vacíos. De carmesí exaltado cubrió sus frustraciones y cerrando los ojos se sumergió en la noche. Con ella se fugaron algunas entelequias un par de mariposas un albatros y un cisne. Catalina Zentner Marzo/2007

Y las naves partieron [Catalina Zentner]

Imagen
Y las naves partieron sin llevarse sus sueños sin cargar los azules que medraban su arbitrio. Buscadora de albores tenaz en la intemperie doblada por el viento sucumbió ante la herrumbre. La casa está en penumbras vencida está la aldaba el silencio el silencio respira en cada grieta. Y las naves son puntos cada vez más distantes hasta hacerse invisibles tragados por la bruma. Ella dice: ya es tarde la cena no está lista recogiendo una lágrima la guarda en un bolsillo. Catalina Zentner Febrero, 2007

Ella...[Myrtha Milella]

Imagen
Ella, enjugó una lágrima de miel y partió alumbrada por el alba que asomaba Se fue por los caminos que devoran distancias en serpentinas de tiempos, donde las preguntas de las noches aterraban sus desvelos, esperando deslizarse blanca en el cobijo de luz que provocaban sus propias incertidumbres Por tal… deambuló en la vieja casa, palpitó cada uno de los rincones creyendo escuchar en las paredes enhiestas el teclado de aquella máquina de escribir donde hilvanaba sus primeros poemas . Así… Cabizbaja y abandonada en laberintos de vigilias forzadas, sumado sus memorias se arropó en esperas que serán las lumbres de una búsqueda al deseo de arrojar al abismo los miedos de tantas sombras sin sentido. El río azul salpicó el silencio de sus brumas, sin percibir la bahía de sus ojos cielo, el cansancio de escalar soledades, la nostalgia que colgaba de sus hombros doblados de tanto transitar recuerdos. Ella era una, regresará a la tierra con una parte de su corazón, la otra, espera la victoria d

Desasosiego [Verónica Curutchet]

Imagen

Sentada frente al río [Catalina Zentner - Rebeca Montañez]

Imagen
Sentada junto al río hasta donde no llega la mirada el suplicio de ausencias pincelando el agobio inclemente voraz asesina un crepúsculo. Nada turba el ensueño amarrada a las sombras deja volar los mirlos. El adiós se desliza tenaz impenitente sobre las azaleas. Febrero está durmiendo una siesta implacable. Catalina Zentner Tanka Junto al rio En pos de la ternura Pasa la tarde Retiene las caricias En sus manos vacías Rebeca Montañez