Homenaje a Enrique Molina, en el centenario de su nacimiento
El Ateneo de Integración Cultural Mercosur, invita al homenaje a Enrique Molina, (1910-1966), a realizarse el martes 2 de noviembre, de 17 a 21 horas en EL ARCHIBRAZO BAR, calle Mario Bravo 437, de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Poeta argentino, una de las figuras más destacadas de la Generación del 40, que tuvo una actitud de extremo vitalismo y de celebración de la sensualidad y la materia. Estudió derecho en la Universidad de La Plata, pero nunca llegaría a ejercer como abogado. En su lugar, pasó por los más variopintos oficios, desde marinero a bibliotecario.
Su producción poética evolucionó desde un tardío surrealismo hasta el modelo telúrico y cósmico de Pablo Neruda. Sus temas constantes son el erotismo cósmico, la recuperación de la religiosidad primitiva, el hombre planetario y el espectáculo del mundo como una gran trama visionaria y metafórica.
En su producción figura una novela de amplio vuelo lírico, Una nube donde sueña Camila O´Gorman (1974), en la cual evoca, con gran libertad imaginativa, un episodio sangriento del gobierno del dictador Juan Manuel de Rosas. La novela recibió el Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires y fue llevada al cine. Entre sus títulos posteriores cabe mencionar Los últimos soles (1980), El ala de la gaviota (1989), Hacia una isla incierta (1992) y El adiós (póstuma, 1997).
Un poema de Enrique Molina
Poema cuatro
La luna que tan dulcemente se dora en el campo
es mi madre cuando tocaba el violín
entre las lagunas y el pasto dormido,
en un campo tan dilatado,
rodeada de montes de naranjos
y el terco, invencible olor de los azahares.
Levantaba la lámpara en la noche
cuando llegaban los ladrones, y el diablo
que afilaba sus pezuñas en el techo
ya no podía pasar por las rendijas de las oraciones,
entre los hierros del rosario.
La veía de pie, con un vestido
blanco como el desierto, playa tierna del alma,
envuelta en una música del origen del mundo,
con venados rojos, duendes, tesoros,
viajes inmensos para los niños del asombro.
Y la ondulante melodía
se grababa con grandes corazones
en la corteza de los eucaliptus.
Tocaba el violín, daba órdenes
al loro, a las ánimas, a las lagunas,
a las oscuras criollas de cocina
de espesas trenzas donde dormía el relámpago.
La luna que tan dulcemente se dora en el campo
es mi madre cuando tocaba el violín
entre las lagunas y el pasto dormido,
en un campo tan dilatado,
rodeada de montes de naranjos
y el terco, invencible olor de los azahares.
Levantaba la lámpara en la noche
cuando llegaban los ladrones, y el diablo
que afilaba sus pezuñas en el techo
ya no podía pasar por las rendijas de las oraciones,
entre los hierros del rosario.
La veía de pie, con un vestido
blanco como el desierto, playa tierna del alma,
envuelta en una música del origen del mundo,
con venados rojos, duendes, tesoros,
viajes inmensos para los niños del asombro.
Y la ondulante melodía
se grababa con grandes corazones
en la corteza de los eucaliptus.
Tocaba el violín, daba órdenes
al loro, a las ánimas, a las lagunas,
a las oscuras criollas de cocina
de espesas trenzas donde dormía el relámpago.
¡Ojalá que quienes viven en Buenos Aires, nos acompañen a recordar a este exquisito poeta!
Comentarios
Besos
Lo agendo Catalina, sería bueno comulgar por esos lares.
Mi abrazo.
M.
Seguramente será un bellísimo homenaje. Que lo disfruten mucho, yo desde aquí enviaré unas mariposas que vuelen hasta allá...
Besitos.
gracias por mostrarme la figura de essste poeta....y este hermoso poema...
un abrazo catalina
Nos vemos el martes Cata, esta vez ya programe todo para poder ir, espero que no nos pase nada y podamos estar ahí nuevamente juntos.
Sabes que podes contar conmigo siempre.
Un beso.
HologramaBlanco
(Edgardo)
Gracias por mostrármelo.
Bonito homenaje.
Besos.
Tampoco yo conocía al poeta en cuestión. Pero me creo que el loro, las ánimas, las lagunas, obedecieran esas órdenes.
Te mando un beso especial, hoy con el envoltorio en un abrazo
Gracias Catalina, te dejo mi afecto
Miles de bendiciones y cosas lindas para ti...
Paz&Amor
Isaac