La pastora
Viene serpenteando la quebrada
la pastora, su majada
y su tarara, ra, ra, ra, rá...
la pastora, su majada
y su tarara, ra, ra, ra, rá...
Ella caminaba por la vida evitando tropezar con las piedras que entorpecían su andar, con el rebaño de ilusiones intacto y su voz que enamoraba ruiseñores elevada hasta la luna, como un vuelo rasante de mariposas o un resplandor de luciérnagas al resguardo de nubes traicioneras.
Canta como cantan
los que sueñan en la vida,
ríe como ríen
los que tienen alegrías.
los que sueñan en la vida,
ríe como ríen
los que tienen alegrías.
Encarnaba la inocencia y la dulzura, los cascabeles de su voz llamaban la atención de los viandantes que se detenían para pedir por caridad una mirada desde el azul profundo surcado de rocío, esas llamas votivas les alentaban a continuar su rumbo sin temor a resbalar por el desfiladero de la desdicha.
Quién fue que robó su voz,
que ya no se escucha más,
solita se ve pastar
aquella nube de ovejitas montaraz.
Vacío quedó el sendero sin su presencia. Algunos prefieren creer que se volvió hada o duende, rechazan la idea de haberla perdido a causa de alguien que, cegado por la pasión, cruzó el portón pisoteando el vergel circundante al redil donde la rubia niña pastoreaba sus blancas fantasías.
Cuentan que ya nunca más,
se la verá por el lugar.
Se ha caído al pedregal
de donde ya no volverá
porque una estrella la llevó
donde se va sin regresar.
¿Habitará un lugar donde el rebaño disperso guiado por el sortilegio de su voz retorne a la quebrada, convertida en erial ante su ausencia?
Hoy el silencio parece romperse entre las piedras, en la ciudad las luces se oscurecen, la lluvia se desploma en la autopista, a lo lejos un faro parpadea, los grillos canonizan una sombra, discurre en soledad el aparcero, el guerrero depone su estandarte, una mujer alumbra nueva vida- Con un clavel de fuego en la solapa , el poeta inicia el círculo infinito.
Se fue sin volver jamás
y ha dejado como un rezo
su ta, ra, ra, ra, ra, rá...
Un vendaval de lilas y azucenas confunde al cartonero de la esquina, alucinado y sobrio al mismo tiempo. Y la mujer que alquila sus encantos se adorna con la vincha de corales que un delfín distraído dejó en el basural del barrio reo mientras buscaba en vano a la pastora, perdida en la hondonada del olvido.
Catalina Zentner
Nota: Prosa inspirada en el tango La Pastora, de Alfredo de Angelis y José Rótulo (1947)
Comentarios
Besos.
Conozco el tango mi querido viejo era un admirador de don Alfredo.
Mil gracias Catalina y un abrazo de esos.
M.
Mejor honor a ese tango imposible!
Un besote amiga
Gizz
Hermoso, hermosísimooo!!
Te agradezco tu ofrecimiento, pero ya tengo los poemas y escritos de Olga Orozco a su gata Berenice, todos maravillosos. De vez en cuando subo algún poema, y seguiré haciéndolo.
Por suerte son muchos los poetas que le han dedicado su arte y su amor a los gatosos!
De todos modos, aunque ya tengo el material, te agradezco tu buena onda, tu buena onda de siempre.
Un abrazo grandote.
¡Cómo cambian las cosas!
Precioso escrito inspirado en un tango muy vibrante.
Querida amiga, ya de regreso, retomo mi actividad bloguera.
Besos y ya lo sabes que en Buenos Aires nos veremos en breve. Te lo haré saber por correo.
abrazos
Blue
TE FELICITO.
BESOS PARA TI.
MAR
Catalina..tu siempre creando cosas bellas...
psoitiva y bella asi com tu eres...
un abrazo
Un abrazo!!
Me encantó.
Besos
Hay personas, como tú, capaces de dejarse inspirar por ellas.
Y, como tú, capaces de expresarlo inspiradoramente.
Besos.
La pastora también debe estar contenta leyéndote desde donde esté.
Besos.
Besote y buen finde.
STEKI.
Mil estrellas de ilusión
Sherezade
Un abrazo grande,
Precioso de verdad.
Mil besos.
"La Pastora"; De Angelis...que preciosos recuerdos.
Abrazo inmenso!!