Memorial de silencios

Rescato de jardines olvidados el aroma la magia la armonía. Resonancias diversas los colores la desnudez del árbol en otoño. Inquietud de hojarasca y humedades de rocío bebido por los dioses. Reparo de portales y cerrojos apología de pájaros nocturnos. Y mi boca buscando la dulzura que saciará mi sed desventurada. ¿Dónde están los crepúsculos ardientes y la siesta aturdida de naranjas? Más allá del clamor de los esteros allí  donde las voces adelgazan. Catalina Zentner Febrero 2012 Foto: Esteros del Iberá, Corrientes, Argentina

En tres años suceden muchas cosas. Lluvias, soles, ocasos, madrugadas canciones, llanto, risa, atardeceres, ráfagas de ventura, indiferencia. En tres años se agolpan pensamientos día a día, con horas y minutos, florecen madreselvas, y hay un piano que denuncia los ritos del recuerdo. Es bueno homenajearte con aquello que amaste hasta lo alto de los sueños cinco estrellas de pura luz y fuego reservorio de amor, tus cinco nietos.

Otra vez el vacío de la página en blanco conjura multitud de vocablos difusos. Hay un hueco en el valle que cautiva reflejos y determina el límite de la melancolía. Refucilo,  luciérnaga perdida en el desierto de anémonas silvestres. Libertad de una esfera salpicada de estrellas, hendidura en el alma. Febrero de temblores, anticipo de lluvias, soles arrepentidos, estallido de nubes. Empecinada esencia respira y se desliza por el talud de brisa redentora de ausencias. Ay, febrero que vienes y vas por mi cabeza, círculo imaginario de frágil trascendencia. Locura y raciocinio son pájaros esquivos, poesía en gestación cuando todo es mudez.                                        La imagen es del Valle de la Luna  En San Juan, Argentina Catalina Zentner Febrero 2012