Si me dejan....

De tanto en tanto es bueno plegar tanto cariño en el morral gastado pesando sobre el hombro. Un cariño que llega, abraza dulcemente, conmueve y acompaña, erosiona el silencio, estrena reflejitos en mi espejo quebrado. Y no valen preguntas del por qué de las cosas aunque siempre aparezcan dudas inquebrantables. Dejar que el tiempo corra y el rumbo se enderece, como si todo fuera saldos de un viejo sueño mutado en pesadilla. Y el vacío llamando insistente, profundo. (Hay tanto gris afuera...no se ven muchos pájaros).