Memorial de silencios

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La Abuela lee, en El Libro de las Preguntas, de Pablo Neruda: ¿Dónde dejó la luna llena su saco nocturno de harina? Voy a amasar el pan –dice la niña- con harina de luna. La dejaré levar hasta que el sol le pinte franjas amarillas. Entonces la hornearé el tiempo necesario para que aroma y sabor conjuguen el milagro de la hora del té, cuando  los cuentos de la abuela nos pintan arcoiris y luciérnagas en las páginas blancas de los sueños. La imagen que ilustra el texto es un cuadro de Mary Cassat. Catalina Zentner, 2009 Mis otros Blogs te aguardan: http://revistaestrellaspoeticas.blogspot.com/ http://seamosobjetivos.blogspot.com

Antes de que amanezca regrésame al país de nomeacuerdo regálame  ramos de nomeolvides abrígame con trozos de noestoylejos. Antes de que amanezca permanéceme, apriétame, sofócame, vuelve sobre tus pasos, acelera pulsaciones dormidas hace tiempo. Antes de que amanezca, floréceme en jardines misteriosos, y guárdame un rincón del arcoíris para ausentar lo oscuro de mis horas. Antes de que amanezca, amor, la noche es inclemente, introduce estiletes en mi  almohada. Catalina, Buenos Aires, Setiembre 2009 Mis otros Blogs te aguardan: http://revistaestrellaspoeticas.blogspot.com/ http://seamosobjetivos.blogspot.com

Moni Munilla es poeta y periodista. Nos une una hermosa amistad que se fue acrecentando con el correr de los años y los hermosos momentos compartidos en la poesía. Cuando la conocí, era muy jovencita pero ya despuntaba en ella el maravilloso germen del poema. Me acaba de regalar uno, acompañado de una tierna ilustración. Tal como me llegó, lo comparto, ¡Gracias, Moni querida! Para mi amiga, la poeta correntina Catalina Levin de Zentner. Catalina dobla sus versos y se le escapan en servilletas de papel, algunas rimas, sonríe porque aun sueña y no adivina que está la noche sobre su hombro y es una estrella la que ilumina. Sorprende verla cruzar la esquina siempre de blanco va Catalina como el suspiro, se alza y no mira donde se queda a esperar la vida, del corazón, mi hada madrina. Sigo su paso y voy recogiendo lo que me deja y sembró en su huerto: hay dos higueras, más de un viñedo y hay fragancias de limoneros. Y h...

Trato de escribir en la oscuridad su nombre y no encuentro las letras, parecen haber huido, como sucede a veces. Entonces, abro la puerta a las evocaciones. Aunque nadie me mire a las 3 de la mañana me gusta recordar el piano de mamá. Mamá tocaba el piano tenía un repertorio variado “Che, papusa, oí” “Quisiera amarte menos” “Desde el alma”. Mamá era romántica y me dejó esa herencia, de ello no quedan dudas. Había una melodía que convocaba al poema. Se llamaba el “Rosal del Amor”, era muy antigua. Trataba de un poeta enamorado de un pimpollo. Mamá tocaba el piano, a veces yo la acompañaba con mi canto y la poesía tejía una delicada cobija sobre nosotras. Desde entonces, cuando las palabras huyen en estampida me aferro a las notas del piano de mamá, me envuelvo en una dulce paz. y aguardo el amanecer mientras la nombro. Catalina Zentner, 2009 En Argentina, el 18 de octubre se celebra el Día de la Madre ¡Felicidades anticipadas a todas l...

Pesa el amor cuando se vuelve eclipse desesperada ambivalencia oscilar entre dolores  y dulzuras caricias y abrasiones perdida en torbellinos ascendentes bosque escondido más allá del silencio y los sepulcros. Pesa el quererte, amor el no encontrar respuestas  ambulando en medio de la nada sin hallarte.