Recordando a Olga
Y su frente, acaso fue besada en uno de sus sueños fantasiosos por el hada de la bondad.
Supo enseñarnos la maravilla del DAR...Así nomás. Porque estaba en su naturaleza, luminosa y auténtica. Nos dejó en el año 2002, creemos que llamada por Dios para reforzar su cortejo de ángeles, sobrecargados de trabajo en los tiempos que corren.
Éramos un quinteto hasta que pasamos a quedar María Inés, Myrna, Pilar y Catalina, quienes dejamos testimonio de nuestro cariño al cumplirse el primer año desde que nos dejó.
Aquí estamos las cuatro, y también nuestro homenaje.
A Olga
Catalina Zentner
No es verdad, no te fuiste.
Quedaste en mi memoria
como aquellos sabores y perfumes
que nos marcan etapas imborrables.
Digo que no te fuiste y la tristeza
se me escapa temblando en una lágrima.
Agua en llamas, morada de silencio,
espejo que devuelve tu mirada
celeste como un sueño adolescente.
Estarás mientras canten los zorzales
detrás de la ventana de tu patio...